lunes, 9 de noviembre de 2020

CASTELLANO 5to AÑO. TODAS LAS SECCIONES

 

1era ACTIVIDAD 5 AÑO.  TODAS LAS SECCIONES. 

PROF. DELIA BERMÚDEZ

Puede hacerlo en hojas blancas, hoja de examen u hojas reciclaje. Debe entregarlo en físico, no virtual.

FECHA DE ENTREGA:          *Físico (del 16/11/2020 al 04/12/2020), en semana flexible

TEMA: LENGUAJE Y PETRÓLEO.

LECTURA: Mene de Ramón Díaz Sánchez

ACTIVIDAD : Debe realizar un análisis de la siguiente lectura,no olvides colocar los conectores ,además de utilizar las reglas ortográficas y hablar en 3 persona. El análisis debe tener dos cuartillas.

Mene" es la primera novela petrolera venezolana del escritor, periodista y político venezolano Ramón Díaz Sánchez, es una novela de tipo documental, donde el escritor trata de explicar uno de los problemas venezolanos del período que le tocó vivir, como fue la explotación petrolera, relata la historia del descubrimiento del petróleo, en el occidente de Venezuela, donde las poblaciones de la región zuliana como son Cabimas y Lagunillas padecerán grandes transformaciones, gracias al inicio de la explotación petrolera.

El tesoro que simboliza la figura del oro negro, tiene como contraparte la servidumbre de tipo moral y humana que presume el brusco cambio ejercitado en el país a partir de ese momento. Su acción se sitúa en período anterior a 1930, en la época del descubrimiento y las primeras explotaciones, en la novela se narra la transformación que sufre la población como consecuencia de la llegada de los extranjeros al país para realizar las primeras explotaciones de petróleo, los extranjeros o "gringos" como los llamaban.

Éstos extranjeros crearon una “lista Negra”, donde incluían todos aquellos trabajadores que no los respetaran, que no cumplieran con el trabajo asignado y los discriminados raciales. A lo largo de la novela se evidencia el poder económico, político y social de los extranjeros en el país y una de las causas fue la excesiva pleitesía brindada por los pobladores.

Cinco años antes del comienzo de la producción del primer pozo  petrolero  exploratorio tal vez la primera mención en obras del género de la riqueza petrolera de Venezuela. Para entonces, la historia del petróleo en Venezuela se reducía  a los  relatos tradicionales del uso que del Mene hacían los indígenas de la costa del Lago de Maracaibo,en aplicaciones prácticas a modo de impermeabilizaciones.  A vagas alusiones al empleo semejante, en el calafateo de barcos, que de él hicieron conquistadores españoles.A las referencias a las incursiones, con frecuencia por la fuerza de las armas, de piratas ingleses y franceses del siglo XVII,al Lago de Maracaibo para apoderarse de asfalto para calafatear sus barcos (estableciendo desde el comienzo la rapiña en la historia del petróleo de estas tierras).Y los datos más cercanos relativos a la primera explotación comercial y refinación en 1878 en el Distrito Rubio del Estado Táchira por parte de la Compañía Petrolera del Táchira,integrada por empresarios nacionales y dedicada a la explotación de un lago de asfalto y a la realización de mínimas perforaciones; a las prime-ras concesiones de considerable extensión para la explotación de asfalto otorgadas a solicitantes venezolanos y referidas a los estados andinos, Zulia, Guárico y Falcón; a la presencia directa de compañías extranjeras, como la inglesa Val de TraversCompany en el Estado Monagas, y la norteamericana New York and Bermúdez Company explotadora del lago de asfalto más grande del mundo: el lago de Guanaco, en el Estado Sucre (compañía, dicho sea de paso, que encarna tal vez la primera intervención petrolera descarada en la política nacional con el propósito de derrocar un gobierno, a las primeras concesiones de amplias zonas otorgadas a venezolanos y de inmediato compradas por compañías extranjeras, para las cuales ellos sólo sirvieron de intermediarios. Ayala no percibe aún la problemática petrolera que se va concretando con peso cierto en la realidad nacional, y se limita a señalar la existencia de gigantescas minas de asfalto como uno de los más grandes recursos naturales inexplotados en el país. Así, cuando salen embarcados rumbo a Trinidad, en  exilio ante las contingencias políticas,Juan anima a Carlos a tener fe en la capacidad de desarrollo de Venezuela en el futuro, a base de sus múltiples riquezas naturales:... sus minas de oro, de cobre, de hierro, de asfalto, estas últimas las más gigantescas de la tierra, están clamando por la mano de la civilización. Y en esta enumeración se advierte una esperanza, donde el so-porte central lo constituyen esas gigantescas minas de asfalto; que, por cierto,como anhela el autor en interesante visión de porvenir, no tardarán en recibir no sólo la mano de la civilización, sino también por desgracia de la desmedida explotación, en diversos sentidos del término.El mismo Juan precisa que todo es necesario preservarlo y aprovecharlo para el bien del país como defensa continental ante los apetitos yanquis:... mas llegará la hora de la reconstrucción patria, que así podremos contribuir a dar fuerza al abrazo en que deben estrecharse todos los pueblos la-tinos del continente,ya que el águila del norte nos asecha, con más avidez y aún más de cerca,que los buitres siempre hambrientos de la Europa conquistadora... (p. 115).Y aquí,de hecho,Ayala –que había vivido en Estados Unidos, exilado por el gobierno de Castro– está fijando un vínculo que habría de ser definitivo en Venezuela: el petróleo y el pico voraz del águila del Norte.Hecho para él natural y directo,pues la prevención ante las pretensiones del imperialismo yanqui –comprobada para aquella época en la historia cercana– fue actitud bastante generalizada entre los escritores  progresistas de la época en toda Hispanoamérica; quienes, más que sus semejantes liberales de la actualidad.

 La novela del petróleo breve historia de raíz nacionalista.Además, era un temor basado en la práctica,una amenaza tan actuante como lo es ahora.Son las actitudes las  que han variado; la amenaza no sólo existe, sino que se ha plantado como realidad cumplida.En 1912 aparece (aparentemente en Caracas la novela Elvia, de Daniel Rojas; representando ya una incorporación considerable de temas y situaciones concretas derivados de los comienzos activos  de la   explotación petrolera y sus manejos dolosos, dentro del asunto general que mueve la trama sentimental novelesca, la creación superficial de personajes y un interesante propósito de reflejar ambientes caraqueños. Para el momento de la publicación de Elvia no se han producido significativas modificaciones en el estado de cosas petrolero ya señala-do con respecto a 1909, año de edición de la novela Lilia de Ramón Ayala. Pero Daniel Rojas avanza sensiblemente en el camino de la denuncia delas depredaciones de los yanquis en materia petrolera, al presentar detalles del modo pirático en que intentan apoderarse de una zona rica en ya-cimientos.  Elvia se desarrolla hacia los años finales del segundo gobierno del general Joaquín Crespo, época en la cual el comercio de exploraciones y explotaciones petroleras era aún muy incipiente. Parece claro que Rojas incorpora a la acción novelesca experiencias vividas por el país en los años que median entre el momento histórico que da marco al libro y su fecha de aparición. En Elvia se encuentran menciones –semejantes a las de la novela Lilia de “lagos de asfalto”y “mina de asfalto”5;pero igualmente ya se habla de “petróleo” al parecer por primera vez–, por cierto a propósito de una de las preocupaciones centrales de la novela: la voracidad imperialista de Estados Unidos y su plan de anexiones y dominios económicos, el cual se  entrevistó,  a manera de angustiosa pesadilla, por don Roberto, y que comporta claras y concretas aspiraciones relativas a Venezuela:En esta última, un tanto esquiva a nuestro afecto, debemos doblar la actividad para obtener la explotación de sus selvas,la apertura de canales, con-cesiones fluviales, propiedades de asfalto y petróleo y la navegación del Orinoco. Por cierto que los temores de Rojas con respecto a los apetitos petroleros entre otros,de los yanquis,se fundaban en la práctica y en hechos ya casi totalmente cumplidos, y que, por desgracia, hacían inoperante el calificativo de “un tanto esquiva” ante los Estados Unidos  para Venezuela, al menos en lo que a gobierno se refiere y en especial con relaciona la época de aparición de la novela, ya en plena dictadura gomecista.

 Pero aun con respecto al período histórico en que ocurre la acción de la novela, el gobierno de Crespo, las circunstancias políticas hacen valederas sus alarmas, pues los vecinos continentales del Norte no sólo ejercían presiones, difundían apetitos y ganaban autoridad sobre los países, del Sur,sino que además lo proclamaban de la manera más rotunda. 6 Concretamente en lo que hace a la trama de la novela, será el descubrimiento en su hacienda de los Llanos de una “mina de asfalto”7,lo que dará al joven Enrique Bustamante perspectivas de hacerse rico, salir de sus diversas deudas y aspirar con decisión a la mano de su amada Elvia.

 Pero no bastará todo su entusiasmo para dejar de oír y seguir el consejo de Pedro, encargado de la hacienda y descubridor de la “vasta extensión bituminosa”, basado en la experiencia de la atracción ejercida por los codiciados yacimientos y las amenazas de los ansiosos extranjeros:... Por eso quiero que no perdamos tiempo y vayamos los dos a verla para acusarla pronto, no sea cosa de que algún musiú o algún personaje del gobierno se entere y nos la quite con cualquier pretexto. (p. 128).Sin embargo, las prisas de Enrique no bastaron. Aun después de hecha la acusación legal de la “mina”, el mercader petrolero yanqui John Smith –de intencionado nombre masivo–tendría un recurso para aprovechase de la excesiva buena fe del joven: lograr su firma del documento de venta sin la entrega inmediata del dinero.En efecto :Mr. Smith propuso a Bustamante comprarle la mina por ciento cincuentamil pesos al contado y el veinticinco por ciento del producto líquido.(p. 136).El futuro suegro del joven expresó con toda claridad sus reservas al caso:—Ojalá, amigo mío –dijo el señor Díaz–, ojalá salga bien, porque con los yanquis ni al cielo. Debemos procurar no hacer nada con gente tan peligro-sa, ponerle moralmente una especie de murallas chinescas que nos eviten lo posible su estrangulaste contacto, al menos durante el tiempo necesario para que lo neutralice bien la influencia europea y nosotros podamos ser personas de respeto por el progreso y por la confraternidad de todos los Estados Suramericanos. (p. 135). Pero, a pesar de sus bien fundados temores –rematados con unas vanas esperanzas, muy difundidas en la época como un refugio ante las ambición de los  yanquis, de un contrapeso ejercido por países europeos, sin ver en ellos también apetitos imperialistas–, don Roberto acaba por dar su aprobación a la oferta de compra, por cierto con interesantes argumentos no desprovistos de realismo: Don Roberto encontró la oferta muy aceptable, hasta por no existir en el país dinero ni vías de comunicación regulares para explotar nuestras riquezas espontáneas,y por vivir pendientes, como ahora de  que los movimientos revolucionarios detengan o arruinen las empresas criollas, lo cual da al extranjero dobles derechos y ventajas. El engaño tiene lugar, pues, en el momento de la venta, cuando Enrique firma el documento correspondiente sin recibir en el acto el dinero. Smith parte de inmediato para Nueva York, y envía a otro aventurero, Morgan de nombre no menos significativo, para explotar el yacimiento. Ahora, en vista de las protestas del joven y de sus intentos jurídicos, los petroleros recurren a un viejo procedimiento en el cual poseen, indiscutiblemente, experiencia: logran hacer aparecer a Enrique como implicado en un movimiento conspirativo contra el mandatario de turno. Enrique va a la cárcel y luego al exilio. Sin duda éste pareció a Rojas un final muy violento para una no-vela de asunto amoroso. Aunque tal vez también sabía que era  un final muy realista. Pero el elemento sentimental pedía otra cosa; y así, a fin de cuentas,el juicio es ganado por el joven, que logra demostrar los malos manejos de Mr. Smith y compañía. Pero, con todo, Rojas no olvida que vivía en la época de los reclamos de “indemnizaciones” de las grandes potencias sobre los países hispanoamericanos, y en particular con relación a Venezuela.

  Criterios a evaluar:

INTORDUCCIÓN: -------------------------------------------- 3 PTOS

ORTOGRAFÍA Y REDACCIÓN: ------------------------------4 PTS

SUSTENTO TEÓRICOS: ---------------------------------------- 2 PTOS

DESARROLLO----------------------------------------------------5 PTOS

CONCLUSIÓN---------------------------------------------------5 PTOS

2 comentarios:

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